12 de agosto de 2019
Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de la necesidad de llevar a cabo protocolos de chequeos rutinarios a partir de los 40 años, en los casos en los que existan antecedentes genéticos de la enfermedad, y a los 50 en el resto de la población. Y es que llevar a cabo un diagnóstico precoz es una de las partes fundamentales en el devenir de la enfermedad, por ello es importante seguir los programas de cribado establecidos, porque a través de éstos se determina, entre otros, la necesidad de realizar una colonoscopia y se pueden detectar, además, tumores muy pequeños en etapas muy precoces, en las cuales no hay síntoma ninguno y la cura es elevadísima, por encima del 90%. Sin embargo, la situación actual pasa por una desigual adherencia de la población a las campañas de cribado, ya que hay comunidades donde el porcentaje de los que se hacen la prueba es muy alto y, por el contrario, en otras existe una escasa participación. Una prueba fiable que podría prevenir, cada año, muchos casos y permitir a los profesionales sanitarios coger a tiempo esta patología, pero sin embargo en muchas ocasiones no se lleva a cabo por falta de información.
"La gente no percibe el riesgo y piensa que es inmune al cáncer colorrectal. A lo largo de la vida, afectará a una persona de cada 20, prácticamente todo el mundo en sus familias o conocidos tiene a alguien que lo padecerá", señala Vicente Martín Sánchez, Vocal Área Universidad de la Junta Directiva Nacional de SEMERGEN. Por ello, durante esta sesión informativa se advirtió de la importancia de atender a las más de 14.000 cartas que se enviaron, para reclamar la realización del cribado. Asimismo, "se trata de una prueba costo-efectiva, pues es mucho más barato invertir en detección precoz que en los tratamientos", subraya el Dr. Martín. Por ello, se insiste en la necesidad de realizar esta prevención, especialmente en la población mayor de 50 años en la que se centran este tipo de campañas, por ser la edad a la que comienzan a manifestarse la mayoría de pólipos y tumores. "Más que el reparo de la prueba, aunque no es muy agradable, el problema es que la gente no percibe el riesgo. Las mujeres, prácticamente todas, van a hacerse las mamografías y hay una cultura de que es algo que va a ayudar. Hay que hacer esa tarea de educación".