17 de mayo de 2018
La Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha acogido las Jornadas de Actualización en el manejo del riesgo cardiovascular del paciente con diabetes mellitus tipo 2 en Atención Primaria, un encuentro de formación continuada que se enmarca en la Cátedra de Educación Médica USC-SEMERGEN.
Dirigidas especialmente a médicos de Atención Primaria (AP), aunque abiertas a profesionales sanitarios de otras especialidades relacionadas, las jornadas han tenido como objetivo formar sobre el control y la reducción del riesgo cardiovascular (CV) en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2). “Hemos pretendido favorecer que el médico de AP pueda identificar a estos pacientes, aportándoles el mejor tratamiento posible en cuanto a reducción del riesgo CV, que es el fin último del tratamiento del paciente diabético”, afirma el Dr. Sergio Cinza, codirector de la Cátedra y vicepresidente 2º de SEMERGEN.
En España, la DM2 afecta a 5,3 millones de personas, un colectivo de pacientes que tiene entre dos y cuatro veces más riesgo de desarrollar una enfermedad CV. Tanto es así que el 50% de las muertes en personas con diabetes se deben a enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatía y accidente vascular cerebral, siendo la principal causa de fallecimiento entre estas personas. La adecuada coordinación entre médicos de AP y cardiólogos reduce las hospitalizaciones, los fallecimientos y los costes sanitarios.
Optimización del tratamiento antidiabético
A lo largo del fin de semana se han realizado diferentes sesiones y talleres en torno la actualización en el manejo del riesgo CV en DM2. “En la primera parte se revisó la evidencia científica que avala las diferentes estrategias terapéuticas en el paciente diabético. En un segundo bloque se desarrollaron talleres prácticos, centrados en diferentes aspectos del abordaje del paciente diabético”, ha apuntado el Dr. Cinza, quien ha destacado “el alto nivel de conocimientos y experiencia de los ponentes”.
Entre las sesiones realizadas destaca el acto central de la Cátedra, con una sesión interactiva multidisciplinar titulada “Tu paciente, mi paciente con diabetes mellitus tipo 2. Optimización del tratamiento antidiabético: ¿Cómo cambia mi práctica clínica como especialista y como médico de Atención Primaria?”. El Dr. José Ángel Rodríguez Fernández, médico del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña ha sido el moderador de la sesión.
“La valoración del riesgo cardiovascular la realizan los médicos de AP en base a las guías de práctica clínica de riesgo CV, de dislipemias y de DM2 de la Sociedad Europea de Cardiología preferentemente. En caso de dudas ante la toma de decisiones, la e-consulta es el método directo de contacto entre AP y Cardiología. Las respuestas a dichas dudas deberían remitirse al médico de AP lo antes posible”, ha explicado el Dr. Rodríguez en relación a la interacción entre médicos de AP y cardiólogos. “También se realizan sesiones periódicas formativas entre las diferentes especialidades hospitalarias y AP y, además, protocolos conjuntos consensuados del área sanitaria para mantener un seguimiento uniforme y reducir la variabilidad en el manejo y en la toma de decisiones ante problemas similares”, ha añadido el cardiólogo.
El papel del médico de AP en la prevención y tratamiento de la DM2
Durante las jornadas se también se ha debatido sobre el papel del médico de AP y la coordinación entre éste y las especialidades de nefrología, endocrinología, medicina interna y cardiología. “La AP es el ámbito en el que son atendidos la mayor parte de los pacientes diabéticos”, ha señalado el Dr. Cinza. “Estamos acostumbrados a ver el paciente globalmente, con todos sus factores de riesgo y enfermedades cardiovasculares y no cardiovasculares”.
El Dr. Rodríguez resume el papel del médico de AP en cuatro aspectos: “El diagnóstico de la DM2 en base a las analíticas periódicas de control de salud que se realizan en la población general, en especial en la población de más riesgo (antecedentes familiares de diabetes y la asociación de obesidad y sedentarismo); el seguimiento del diabético en dos aspectos, control metabólico y educación sanitaria especifica de la DM2; la monitorización y tratamiento de los factores de riesgo asociados a ella (HTA, dislipemia, obesidad...); y la derivación a los diferentes especialistas cuando existe mal control metabólico, complicaciones de órgano diana, intolerancia a fármacos, entre otros”.