5 de marzo de 2021
La pandemia por COVID-19 ha afectado a la atención y
diagnóstico de otras patologías como la infección por el VIH, la hepatitis B y
la hepatitis C debido a la alta presión asistencial que experimenta en la
actualidad el sistema sanitario de nuestro país. A pesar de ello, es necesario
buscar las oportunidades que nos ofrece la pandemia en el abordaje de
determinadas enfermedades. De esta forma, la Sociedad Española de Médicos de
Atención Primaria (SEMERGEN) ha elaborado, con el apoyo de Gilead, un algoritmo
de cribado conjunto de BBVs y SARS-CoV-2 para fomentar el cribado de
virus como el VIH y las hepatitis virales -B y C- cuando se lleven a cabo las
pruebas de diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2.
En palabras de la Dra. Mar Sureda, médico especialista
en Medicina Familiar y Comunitaria, miembro del grupo de trabajo de Aparato
Digestivo de SEMERGEN y coordinadora de EAP Sector Migjorn y gerencia de
Atención Primaria de Mallorca "los pacientes infectados por el VHC, VIH y
VHB han visto drásticamente disminuida sus opciones de diagnóstico, tratamiento
y seguimiento debido a la necesidad de destinar la mayor parte de los recursos
sanitarios a la pandemia por COVID, al igual que también ha ocurrido con
procesos oncológicos y quirúrgicos. Los programas de micro-eliminación del VHC,
por ejemplo, se han detenido en todo el territorio nacional, lo que ha
conllevado la ausencia de nuevos casos y tratamientos. Es probable que
detectemos enfermedades en estadios muy avanzados en un futuro, con la pérdida
de oportunidades de curación que esto puede conllevar." Por otro lado, en
los pacientes con VIH algunas cohortes han mostrado mayor mortalidad, se han
reducido las visitas médicas y ha habido una mayor dificultad para conseguir el
tratamiento antirretroviral.
Por todo ello, este nuevo algoritmo de SEMERGEN recomienda el
cribado del VIH y las hepatitis víricas a todos los pacientes entre 18 y 80
años que acudan a la atención primaria a realizarse la prueba de COVID-19
-descartando a aquellos pacientes ya diagnosticados y en tratamiento- debido a
las importantes ventajas que aporta tanto a nivel individual como al sistema
sanitario. Dichas ventajas, incluyen el diagnóstico en un solo paso, la optimización
de recursos y tiempo del paciente, la simplificación de los modelos de atención
y derivación, y la posibilidad de retomar los programas de eliminación. Además,
en los pacientes con el virus del VIH se produciría un menor porcentaje de diagnósticos
tardíos y/o erróneos y un menor impacto negativo de la terapia anti-COVID-19 en
coinfectados no diagnosticados.
Más del 70% de los pacientes con hepatitis C con
diagnóstico previo estaban sin tratar antes de la pandemia
"Las repercusiones de la paralización generalizada del
sistema sanitario son todavía muy difíciles de calcular, pero en los primeros
modelos a 10 años vista se obtienen cifras elevadas de morbi-mortalidad y sus
correspondientes costes asociados, además de la persistencia de una enfermedad
como la hepatopatía por el VHC, en camino de poder ser eliminada en 2030 en
nuestro país, siguiendo a buen ritmo hasta entonces las recomendaciones
realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al respecto. Disponer
de este algoritmo podría facilitar el retorno a la normalización de la
asistencia sanitaria para estas infecciones, favoreciendo su diagnóstico y
derivación. La vinculación de la búsqueda de estas junto al SARS-CoV-2,
especialmente en estudios de seroprevalencia tras la identificación de factores
de riesgo y comorbilidades de sospecha, podrían posibilitar la recuperación del
retraso diagnóstico secundario a la pandemia", afirma la Dra. Sureda.
Antes de la pandemia generada por la COVID-19, el 70,6% de
los pacientes con diagnóstico previo de hepatitis C estaban perdidos en el
sistema y el 29,4% de los pacientes con infección activa no estaban
diagnosticados. En cuanto al VIH, el 13% de los pacientes con VIH no estaban
diagnosticados y el 48% de los pacientes eran diagnosticados de forma tardía.
Con respecto al virus B, el 0,9% eran casos agudos.
Por ello, los expertos coinciden asimismo en la oportunidad
que supone realizar el cribado conjunto del VIH, VHB y VHC en la misma muestra
que la obtenida para los estudios de seroprevalencia de COVID-19.
De la misma manera, también la Alianza para la Eliminación
de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) ha elaborado recientemente un
documento de recomendaciones para el cribado de la hepatitis C durante la
pandemia y en el periodo de vacunación frente al SARS-CoV-2. De esta forma,
la organización pone el foco en la oportunidad de ofrecer el cribado del VHC a
todos los sujetos sometidos a cualquier tipo de proceso diagnóstico de la
infección por el nuevo coronavirus, incluyendo tanto el diagnóstico de la COVID-19,
como la vacunación. Según la AEHVE, es una oportunidad
única para efectuar el cribado del VHC, dado que la práctica totalidad de la
población acudirá a los centros sanitarios por este motivo en los próximos
meses, incluyendo poblaciones vulnerables cuyo contacto con el sistema
sanitario es excepcional.
Procedimientos recomendados por el algoritmo de SEMERGEN
Para llevar a cabo este cribaje simultáneo, es necesario
identificar los factores de riesgo y posibles comorbilidades de los pacientes.
En el caso del cribado de COVID-19 por PCR o test de antígeno, el algoritmo
creado por SEMERGEN con el apoyo de Gilead, anima a la recogida de la muestra
en la misma visita para el cribado conjunto del VIH, VHC y VHB. Además, para el
cribado conjunto, y en función de la disponibilidad en cada centro de salud, se
llevará a cabo, por orden de prioridad, un test rápido, test de sangre seca o
serología.
Asimismo, en el caso de resultados positivos en test rápido o
test de sangre seca, se realizará una determinación de la viremia y los
resultados de todas las pruebas deberán quedar registrados en la historia
clínica del paciente. Por otro lado, en función de cada caso, se valorará la
derivación desde atención primaria a los servicios especializados
correspondientes de cada centro hospitalario.
Esta
iniciativa es una muestra del compromiso de SEMERGEN y Gilead con los pacientes
y la mejora de su calidad de vida. La pandemia por COVID-19 ha obligado a que
una parte muy importante de los recursos sanitarios se destinen a la atención
de pacientes infectados por SARS-CoV-2, retrotrayendo estos recursos de otras
patologías. A pesar de ello, se debe poner en valor la necesidad de seguir
cribando y diagnosticando estas enfermedades infecciosas en los pacientes que
acuden a consulta en atención primaria. "SARS-CoV-2 no va a desaparecer de
inmediato. Se hace necesaria su convivencia con el resto de la patogenia que
puede desarrollar nuestra población, por lo que las estrategias de gestión de
la pandemia no pueden ser excluyentes respecto al resto de enfermedades
prevalentes. Entre todos deberíamos ser capaces de desarrollar métodos
facilitadores para conseguirlo", concluye la Dra. Sureda.