14 de septiembre de 2020
La situación de la Atención Primaria (AP) en los centros de salud de nuestro país lleva muchos años deteriorándose y la pandemia solo le está dando la puntilla.
Los médicos de familia y pediatras de AP, desde este Foro de Atención Primaria y desde todas sus organizaciones y sociedades integrantes, han denunciado desde hace décadas la merma paulatina de presupuestos y de profesionales médicos. Los centros de salud del sistema público sanitario son, por la escasez de medios, la sobrecarga asistencial y la pobre gestión de las autoridades sanitarias, el destino menos atractivo para ejercer la medicina y la pediatría desde hace varios años. Tienen dotaciones limitadas y escaso personal médico de edad media avanzada y sin posibilidad de contratar suplentes. Existen puntos de urgencia, centros de salud y consultorios rurales que se han visto obligados a cerrar, ocasionado por la falta de profesionales. Muchos médicos de familia y pediatras han abandonado su actividad profesional en los centros de salud buscando mejores alternativas laborales
En la situación actual de pandemia, en muchas CCAA los centros de salud se encuentran desbordados y colapsados, antes de haberse iniciado el curso escolar, por la falta de anticipación de las autoridades políticas y sanitarias en la adecuada organización de esta segunda ola.
Los médicos de familia y pediatras de AP están preocupados por carecer del tiempo necesario para atender a las familias y para seguir ofreciendo una medicina resolutiva y de calidad como silenciosamente ha realizado antes y durante la pandemia. Están ahogados por el deber de atender las decenas de citas telefónicas para dar resultados de las PCR, peticiones de realización de certificados en muchas ocasiones absurdos e innecesarios y solicitudes infinitas de bajas laborales de casos sintomáticos, asintomáticos o contactos estrechos. Muchos médicos llevan semanas sin poder terminar de realizar todas las consultas telefónicas ni presenciales citadas en su jornada de trabajo. Y todo ello, sin haber empezado todavía el otoño.
Desde el inicio de la pandemia y con una orientación del sistema sanitario a la atención casi exclusiva de la Covid-19:
Proponemos algunas medidas para facilitar a los médicos de familia y pediatras que puedan seguir ofreciendo la calidad de atención que los ciudadanos merecen:
Respecto a las pruebas diagnósticas de Covid-19:
Informar a la población de las limitaciones de las pruebas diagnósticas actuales. Un resultado de PCR negativa puede virar de un día para otro y no hay capacidad para repetirla semanalmente.
Respecto al estudio y seguimiento de contagios y brotes:
El estudio y seguimiento necesario de los contagios y brotes requieren de recursos humanos y numerosas llamadas telefónicas que actualmente son la causa del colapso de los centros de salud.
Respecto al exceso de tareas burocráticas:
Otras sugerencias:
Las organizaciones integrantes del Foro de Atención Primaria quieren incidir en que es ahora el momento de apoyar a los centros de salud. O los apoyan inmediatamente o será ya muy tarde para la AP y para todo el sistema público nacional de salud.
Desde el Foro de Atención Primaria felicitamos con mucho afecto a los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria por la ingente labor que están realizando y los animamos a cuidarse y a protegerse.
Apelamos a la recuperación de un plan de defensa de la AP basado en el decálogo de este foro, en el reciente Plan de reconstrucción del congreso y también en el Marco estratégico de la Atención Primaria de Salud 2019, con su sede situada en la oficina ejecutiva de AP y Comunitaria inaugurada hace exactamente un año.
No sabemos si se ha abandonado a la AP a la deriva buscando de forma deliberada su hundimiento para proceder entonces a la privatización o al copago, cuando la situación sea ya completamente irreversible.
Las consultas de los centros de salud son, en algunas comunidades autónomas, un infierno donde la administración ha dejado solos a los médicos, a los pediatras y al resto de profesionales. Existe el riesgo de que el precario escenario aquí descrito y la gran ansiedad que producen las agendas sobrecargadas y la necesidad de diagnosticar rápido en esta situación de incertidumbre epidemiológica, desemboque en un aumento de burnout entre los profesionales que trabaja en AP.
Con la misma gravedad, sin embargo, hay que señalar otros peligrosos riesgos a los que hoy siguen expuestos los médicos y que actúan como elemento multiplicados: el riesgo de contagio y a las agresiones verbales y físicas a las que estamos sometidos.
Ya se empiezan a ver las primeras señales de la muerte anunciada. Ya hay servicios de urgencia e instalaciones de centros de salud y consultorios cerradas por la falta de personal y por falta de presupuestos.
El Foro de Atención Primaria lleva desde hace varios años anunciando este desastre y el coronavirus SarsCov-2 sólo está anticipando el final, está dando la puntilla a la AP de la Salud.
Foro de Atención Primaria, Madrid a 14 de septiembre 2020
Como resumen, valga esta viñeta de Mónica Lalanda publicada recientemente en Acta Sanitaria: