1 de julio de 2020
A pesar de que se lleva reclamando mucho tiempo, la seguridad en los centros de salud para los profesionales de Atención Primaria sigue siendo inexistente.
Tras la gran lucha que han realizado los médicos de familia en la situación de pandemia que vivimos actualmente, parece ser que también tienen que aguantar el plus de sufrir agresiones.
El pasado domingo 28 de junio, en Zaragoza un hombre amenazó a la médica de urgencias del centro de Salud Sagasta con clavarle una navaja si no le daba los resultados de un paciente. A este ataque hay que sumarlo al que recientemente han sufrida una médica y una enfermera en Báguena (Teruel).
Las consecuencias de una agresión no solo son el daño momentáneo o inmediato que puede tener como conclusión hasta la muerte del facultativo, sino el miedo continuo ante un entorno hostil.
Por todo ello, una vez más, desde SEMERGEN denunciamos estos hechos y recalcamos las siguientes peticiones que realizó la Organización Médica Colegial y a la cual nos adherimos: