14 de marzo de 2019
El 14 de marzo se celebra el día nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario. En 2010, la Organización Médica Colegial (OMC) creó el Observatorio de Agresiones, a través del cual, año tras año, se ha ido exponiendo la realidad de las agresiones a través de las comunicaciones y/o denuncias registradas en los colegios de médicos de toda España.
Este día se estableció con el objetivo de sensibilizar a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a sanitarios porque afecta de forma sustancial a la actividad sanitaria y, por tanto, a la propia sanidad, que es uno de los pilares básicos de nuestra sociedad del bienestar. La concienciación de todos los agentes implicados es el punto de partida para abordar esta lacra que requiere de la unidad de todos.
Las agresiones, además de un problema de violencia, conllevan un deterioro de la relación de confianza entre médico y paciente, fundamental en esa relación y repercuten gravemente en la salud y calidad de vida del profesional agredido. Hay que considerar que detrás de la violencia contra el personal sanitario, existe un entramado causal de gran complejidad. El sufrimiento y el dolor favorecen las situaciones de conflicto en la comunicación médico-paciente, pero también el estrés profesional, la falta de recursos y la sobrecarga asistencial que merman la capacidad del profesional para afrontar este tipo de situaciones.
Las cifras
Según datos ofrecidos por el observatorio de agresiones de la OMC, en nuestro país se han registrado más de 3.429 agresiones a profesionales sanitarios en los últimos siete años. El mencionado observatorio registró, en 2017, más de 515 agresiones y, según parece, los datos de 2018 van a sobrepasar dicha cifra.
Los datos recogidos por el Observatorio de agresiones de la OMC señalan que la mayor parte de las agresiones a sanitarios son verbales, un 56% por amenazas, un 32% son insultos y un 12% son ataques físicos que acarrean lesiones. De estos casos de violencia, el 52% de las agresiones fueron a mujeres y el 48% a hombres descendiendo, en un 6%, el porcentaje de mujeres agredidas respecto al año anterior.
En lo referido al lugar en el que se ejecutan este tipo de agresiones, el 87% se produjeron en el sector público y el 13% en el privado. Además, estos colegiados fueron más agredidos en espacios de Atención Primaria, un 53%, mientras que la minoría de las mismas ocurrió en hospitales, con un 21%. El resto de las agresiones ocurrieron en Urgencias hospitalarias y en Atención Primaria, un 10% y un 16%, respectivamente.
Por regiones, las comunidades que registran un mayor número de incidentes son Andalucía (122), Cataluña (98) y Madrid (84). Sin embargo, la incidencia es mayor en Extremadura (3,8 agresiones por cada mil colegiados), Cantabria (3,3), Andalucía (3,1), Castilla-La Mancha (2,8), Cataluña (2,5) y Baleares (2,4). En el lado opuesto estarían País Vasco y Navarra, con apenas 0,3 y 0,2 casos por cada mil médicos colegiados.