19 de noviembre de 2024
Autor del comentario: Dr. Miguel Turégano Yedro
El día 18 de noviembre, como cada año, se celebra el Día Mundial del Paciente Anticoagulado. Aproximadamente en torno a 1.000.000 personas toman tratamiento anticoagulante en España, unas cifras que van en aumento dado el envejecimiento de la población y el aumento de los factores de riesgo cardiovascular, como la Hipertensión arterial. Por ello, desde el Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial y ECV queremos hacer un llamamiento sobre la importancia de la toma del tratamiento anticoagulante y los potenciales efectos beneficiosos para la salud de los pacientes.
Pueden ser varios los motivos por los que una persona puede estar en tratamiento anticoagulantes, destacando principalmente: la fibrilación auricular (la causa más probable), los portadores de válvulas cardíacas, la trombosis venosa profunda, el tromboembolismo pulmonar o el síndrome antifosfolípido.
Los anticoagulantes actúan de manera eficiente, evitando la formación de trombos en el interior de los vasos sanguíneos y disminuyendo el riesgo de complicaciones tromboembólicas, como el ictus. Para la anticoagulación suelen emplearse más frecuentemente antagonistas de la vitamina K (AVK), aunque los anticoagulantes de acción de directa (ACODs) son más recomendables al tener una respuesta predecible, una amplia ventana terapéutica y una rapidez de acción, sin precisar controles periódicos y con escasas interacciones.
A día de hoy, se precisa una mejora en la calidad de anticoagulación en nuestro país, ya que casi la mitad de los pacientes tiene un mal control de la anticoagulación (concretamente el 48%) 1. Este mal control implica unas peores consecuencias para la salud de los pacientes, aumentando un 67% el riesgo de ictus, un 35% el riesgo de hemorragias y un 77% la mortalidad de los pacientes 1. Por ello, es preciso dar una anticoagulación de precisión a estos pacientes, basada principalmente en el uso de ACODs.
El principal motivo por el que las personas suelen estar anticoaguladas se debe a la fibrilación auricular (FA), que es la arritmia más frecuente en la práctica clínica. La incidencia de FA está aumentando exponencialmente. En países como Estados Unidos, se estima que 1 de cada 3 estadounidenses blancos y 1 de cada 5 estadounidenses negros desarrollarán FA a lo largo de su vida, estimándose que el número de personas diagnosticada de FA se duplicará en el año 2050 2. En Europa también se prevé un incremento sustancial, pasando de los 8,8 millones de personas con FA en la Unión Europea que había en el año 2013 a estimaciones de 17,9 millones para el año 2060 3. Por ello, para el adecuado abordaje de estos pacientes es fundamental el papel que los médicos de atención primaria deben ejercer en el cribado, en la prevención y en el adecuado tratamiento para disminuir el riesgo de complicaciones tanto tromboembólicas como hemorrágicas.
Una de las principales novedades publicadas en las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2024 para el manejo de la FA 4 se basa en el correcto abordaje de los pacientes con FA. Para ello, proponen un enfoque multidisciplinar centrado en el paciente y en el que son claves 4 aspectos (abordaje CARE, haciendo referencia a las iniciales de los 4 pilares básicos a considerar en el paciente con FA. Este abordaje CARE, que viene a sustituir al algoritmo previo ABC, se basa en 4 principios fundamentales:
Por todo ello, poniendo en práctica este abordaje CARE y empoderando a los médicos de atención primaria en la consecución de objetivos conseguiremos reducir las complicaciones y mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos de los pacientes anticoagulados.
Bibliografía: