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Pancreatitis crónica

22 de marzo de 2022

Gastroprimaria
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REFERENCIA ARTÍCULO

Iglesias-García J, Lariño-Noia J, Domínguez-Muñoz, JE. Pancreatitis crónica. Medicine. 2020; 13 (9): 477-87.

 

RESUMEN

La pancreatitis crónica es una enfermedad inflamatoria crónica del páncreas que produce fibrosis, lo cual conlleva una pérdida de tejido funcional y en fases avanzadas ocasiona insuficiencia pancreática exocrina y endocrina. Se trata de una enfermedad infravalorada debido sobre todo a que en estadios iniciales los pacientes suelen estar asintomáticos, añadido a que los síntomas son inespecíficos como dolor abdominal, diarrea, dispepsia, hiperglucemia o pérdida de peso. En España la prevalencia global es de 49,3 casos por 100000 habitantes pero según la incidencia, la supervivencia de la enfermedad y los datos obtenidos de autopsias de pacientes alcohólicos se estima que la prevalencia real de la enfermedad debe ser superior a los 200 casos por 100000 habitantes. Existen diferentes causas de pancreatitis crónica, siendo la etiología tóxico-metabólica la más frecuente, siendo el consumo de alcohol y tabaco la causa del 50-70% de los casos de pancreatitis crónica. El diagnóstico de pancreatitis crónica se basa en la detección de alteraciones morfológicas, siendo la prueba de elección la ecoendoscopia, y alteraciones funcionales, a través de métodos de intubación duodenal o a través de la prueba del aliento con C-triglicéridos mixtos. Además, para valorar la insuficiencia pancreática exocrina es importante asociar un estudio nutricional completo y la prueba de elastasa fecal. El tratamiento de la enfermedad se basa en identificar y corregir la causa de la enfermedad, controlar las manifestaciones clínicas y tratar las complicaciones asociadas.

 

IDEAS CLAVE PARA LA CONSULTA DE ATENCIÓN PRIMARIA

La pancreatitis crónica no siempre se trata de una enfermedad irreversible, la pancreatitis autoinmune puede mejorar con tratamiento esteroideo y la pancreatitis obstructiva puede mejorar tras el tratamiento de la causa obstructiva.

Es una enfermedad infradiagnosticada, hasta el 3% de los pacientes con dispepsia no investigada y el 25% de los pacientes diagnosticados de dispepsia funcional se evidencias cambios sugestivos de pancreatitis crónica. Alrededor del 6% de los pacientes diagnosticados de síndrome de intestino irritable con predominio de diarrea presentan en realidad una pancreatitis crónica. La diarrea es una manifestación tardía, muchos pacientes no presentan esteatorrea porque dado que se trata de una enfermedad de larga evolución los pacientes retiran de forma inconsciente las grasas de su dieta.

La presencia de dolor epigástrico que no cede con inhibidores de la bomba de protones o que se irradia a espalda, o incluso un dolor dorsal bajo o lumbar alto que no presente patología osteoarticular o renal que lo justifique, obliga a sospechar enfermedad pancreática.  Otros datos que nos deben hacer sospechar pancreatitis crónica son la historia de intolerancia a comidas grasas, la aparición de diabetes mellitus de difícil control con tendencia a la hipoglucemia o la presencia de episodios de diarrea crónica o diarrea de repetición, especialmente si se relaciona con la ingesta de grasa o se asocia a pérdida de peso. Además, se debe sospechar en pacientes que asocien otras enfermedades de origen autoinmunitario.

La realización de un diagnóstico etiológico es muy importante de cara a un correcto enfoque terapéutico. El estudio debe incluir una adecuada anamnesis (consumo de alcohol y tabaco, enfermedades asociadas, antecedentes de enfermedades pancreáticas y autoinmunes), estudios de imagen adecuados y en algunos casos estudios de inmunidad y estudios genéticos.

La prueba diagnóstica de elección es la ecoendoscopia. La ecografía de abdomen y la radiografía de abdomen son poco útiles pues solo serían útiles en la detección de calcificaciones pancreáticas en estadios avanzados.

 La abstinencia absoluta de consumo de alcohol y tabaco es imprescindible en todos los casos. Además, en función de la etiología será necesario realizar un tratamiento específico, además habrá que controlar las manifestaciones clínicas como el dolor, la maldigestión y la diabetes mellitus. Por otro lado, es importante realizar un seguimiento de estos pacientes para descartar la aparición de complicaciones asociadas, siendo el pseudoquiste y la estenosis del colédoco intrapancreático las más frecuentes.